martes, 3 de marzo de 2009

Inteligencia Emocional

Teoría de la inteligencia emocional de Daniel Goleman

El término inteligencia Emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estado emocionales en uno mismo y en los demás. Inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.
El concepto de Inteligencia Emocional tiene como precursor al concepto de Inteligencia Social del psicólogo Edgard Thorndike (1920) quien la definió como “la habilidad para comprender y dirigir a los hombre y mujeres, muchachos y muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas”
Para Thorndike, además de la inteligencia social, existen también otros dos tipos de inteligencia: la abstracta –habilidad para manejar ideas- y la mecánica – habilidad para entender y manejar objetos.
Un ilustre antecedente cercano de la inteligencia emocional lo constituye la teoría de las inteligencias múltiples del Dr. Howard Gardner. Esta teoría introdujo dos tipos de inteligencia muy relacionadas con la competencia social, y emocional: la inteligencia interpersonal y la inteligencia intrapersonal.
En 1990, dos psicólogos norteamericanos, el Dr. Meter Salovey y el Dr. John Mayer, acuñaron un término cuya fama futura era difícil de imaginar. Ese término es “inteligencia emocional”. Hoy, a casi diez años de esa presentación en sociedad, pocas personas de los ambientes culturales, académicos o empresariales ignoran el término o su significado. Esto se debe, fundamentalmente, al trabajo de Daniel Goleman, investigador y periodista del New York Times, quien llevó el tema al centro de la atención en todo el mundo, a través de su obra “La Inteligencia Emocional” (1995). El nuevo concepto, investigado a fondo en esta obra y en otras que se sucedieron con vertiginosa rapidez, irrumpe con inusitado vigor y hace tambalear las categorías establecidas a propósito de interpretar la conducta humana que durante siglos se han dedicado a desentrañarla: llámese Psicología, Educación, Sociología, Antropología u otras.

Inteligencia Interpersonal
“En el fondo, son las relaciones con las personas lo que da valor a la vida”
Guillermo Von Humbolt
Es la capacidad para reconocer las emociones y sentimiento de los demás, predecir su comportamiento y m mantener relaciones satisfactorias.
Sirve para disfrutar de las relaciones con familiares y amigos, para trabajar en equipo y resultar atractivo ante los demás, también involucra la habilidad de solucionar conflictos interpersonales de manera eficaz.
La inteligencia interpersonal supone una serie de componentes, estos son:
· Empatía: Es la capacidad para ponerse en el lugar de otra persona viviendo sus emociones como si fuesen propias.
· Liderazgo: Es la habilidad para tomar decisiones que afectan a un grupo de personas y que sean asumidas y respetadas por el grupo.
· Habilidades sociales: Involucra la escucha, el respeto, la selección de temas adecuados de diálogo, la asertividad. Estos son elementos fundamentales para el desarrollo de esta inteligencia.
· Apertura: Es la capacidad para comprender el pensamiento de otra persona, dejando momentáneamente de lado, las propias convicciones.
“La inteligencia interpersonal se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamentos, motivaciones e intenciones. En formas más avanzadas, esta inteligencia permite a un adulto leer las intenciones y deseos de los demás, aunque se hayan ocultado” Gardner

Inteligencia Intrapersonal
“Si un hombre se encuentra a sí mismo, posee una mansión en donde morará con dignidad todos los días de su vida”
James Michener
La inteligencia intrapersonal se encuentra en personas que poseen una gran posibilidad y facilidad para acceder a su propia vida interior. Se le considera esencial para el autoconocimiento que permita la comprensión de las conductas y formas propias de expresión. Cuenta con las siguientes características:
· Autoconocimiento: Implica ser conocedor y valorar las ideas propias, los dones y las destrezas personales.
· Conocedor de las metas personales.
· Autocontrol: Implica ser hábil en el control de los sentimientos personales y las respuestas emocionales.
· Automotivación: Implica poseer habilidad para regular la actividad mental, el comportamiento y el estrés personal.
“La inteligencia intrapersonal es el conocimiento de los aspectos internos de una persona: El acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre las emociones y finalmente ponerles un nombre y recurrir a ellas como un medio de interpretar y orientar la propia conducta” Gardner

Características de la inteligencia emocional
“La aptitud emocional es una meta-habilidad, y determina lo bien que podemos utilizar cualquier otro talento, incluido el intelecto puro”[1]
Principios de la inteligencia emocional:
· Recepción: Cualquier cosa que incorporemos por cualquiera de nuestros sentidos.
· Retención: Corresponde a la memoria, que incluye la capacidad de almacenar y de acceder a la información.
· Análisis. Función que incluye el reconocimiento de pautas y el procesamiento de la información.
· Emisión: Cualquier forma de comunicación o acto creativo, incluso del pensamiento.
· Control: Función requerida a la totalidad de las funciones mentales y físicas.
Estos cinco principios se refuerzan entre si. Por ejemplo, es más fácil recibir datos si uno esta interesado y motivado, y si el proceso de recepción es compatible con las funciones cerebrales. Tras haber recibido la información de manera eficiente, es más fácil retenerla y analizarla. A la inversa, una retención y un análisis eficientes incrementaran nuestra capacidad de recibir información.
De modo similar, el análisis que abarca una disposición compleja de las tareas de procuramiento de información, exige una capacidad para retener (recordar y asociar) aquello que se ha recibido. Es obvio que la calidad de análisis se vera afectada por nuestra capacidad para recibir y retener información.
Estas tres funciones convergen en a cuarta es decir la emisión o expresión ya que mediante el mapa mental, el discurso, el gesto u otros recursos, de aquella que se ha recibido, retenido y analizado.
La quinta categoría la del control, se refiere a la actividad general del cerebro por la cual éste se constituye en “desertor” de todas nuestras funciones mentales y físicas, incluyendo la salud general, actitud y las condiciones ambientales. Esta categoría es de particular importancia porque una mente y un cuerpo sanos son esenciales para que los otros cuatro funciones recibir, retener, analizar y emitir puedan operar en la plenitud de su potencial.
Tomando en cuenta todo esto, la inteligencia emocional se divide en 4 importantes áreas que son:

· Autoconocimiento
Es la capacidad de identificar los propios sentimientos, usándolos para tomar decisiones y resolver problemas, obteniendo satisfacción personal.

· Control de las emociones
Es la habilidad de controlar impulsos, calmar la ansiedad y encauzar la rabia (la cólera, la ira). Muchas veces el hecho de odiar una actitud de una persona acaba confundiéndose con el odio hacia esa persona.

· Empatía
Es la habilidad de ponerse en el lugar del otro entendiendo o percibiendo sus sentimientos e intenciones no verbalizadas.

· Automotivación
Es la capacidad de preservar y conservar un optimismo sereno, incluso en condiciones relativamente adversas. La capacidad de relacionarse bien. La habilidad de lidiar con las reacciones emocionales de otras personas e interactuar con ellas.

Desarrollar la inteligencia emocional
Al igual que todas las inteligencias, la inteligencia emocional debe ser desarrollada, ya que de este modo lograremos individuos con capacidades sociales brillantes.

“La inteligencia emocional incluye el autodominio, el celo y la persistencia, y la capacidad de motivarse uno mismo. Estas habilidades pueden enseñarse a los niños, dándoles así mejores posibilidades de utilizar el potencial intelectual que la lotería genética les haya brindado”[2]
[1] Entrevista a Daniel Goleman en la feria del libro de 1999 en Argentina http/www.inteligencia-emocional.org/
[2] Goleman, Daniel. La inteligencia emocional. Pag. 16

lunes, 2 de marzo de 2009

Ciudades culturales

Para poder comprender el significado de una ciudad cultural primero debemos tener claro que significa cultura, en este sentido podemos decir que “cultura es el conjunto de símbolos (como valores, normas, actitudes, creencias, idiomas, costumbres, ritos, hábitos, capacidades, educación, moral, arte, etc.) y objetos (como vestimenta, vivienda, productos, obras de arte, herramientas, etc.) que son aprendidos, compartidos y transmitidos de una generación a otra por los miembros de una sociedad, por tanto es un factor que determina, regula y moldea la conducta humana. Tomando en cuenta a esta definición de cultura, podemos decir que todas las ciudades poseen su propia cultura, inclusive poseen más de una cultura.”[1]

Entonces ¿Si todas las ciudades poseen una o varias culturas que son exactamente las ciudades culturales? A esta pregunta podemos darle dos puntos de vista asumidos desde distintas ópticas en cuento a esta temática, el primero es de la OEI y el segundo es de la UNESCO.

La visión con respecto a estas ciudades culturales que nos plantea la OEI en su Revista de Cultura se basa en la importancia de gestionar ciudades culturales para el desarrollo de los países iberoamericanos, para explicar en que consisten estas ciudades Tulio Hernández sociólogo experto en temas de cultura hace una diferenciación entre sistemas culturales y políticas culturales. Especifica que un “sistema cultural es la cultura real y concreta de una sociedad, que nunca se reduce a las intervenciones del Estado y sus instituciones, ni a las del mercado y sus operaciones, y se conforma a la manera de un "ecosistema” en donde se entrecruzan, conviven y se recrean productos, mensajes y prácticas culturales tan diversas como los provenientes de los medios de comunicación, los cultos religiosos, los discursos institucionales, los fenómenos contraculturales, la memoria popular tradicional, los valores de la nacionalidad o los ritos de la vida familiar, por otro lado las políticas culturales son intervenciones, concientes, intencionadas, formales, racionales y estratégicas realizadas desde el Estado o desde la iniciativa privada para tratar de incidir sobre un determinado sistema cultural, apuntando a corregir sus fallas, compensar sus carencias o reforzar sus potencialidades. Por esto sólo conociendo a fondo la cultura real de un colectivo -interrogando la vida común de la gente, sus hábitos, su consumo y sus expectativas- podemos saber qué es lo que necesitan, cuáles son sus carencias para poder plantear políticas culturales, construirlas a través de un diálogo con sus destinatarios. Se hace necesaria una visión compartida de futuro del país, la región, el municipio o la localidad para lograr el éxito de dichas políticas.”[2]

Por otro lado la visión de la UNESCO hace referencia a la implementación de ciudades creativas que están muy relacionadas al desarrollo económico y cultural de las ciudades, por lo que plantea la creación de marcos políticos y normativos favorables de este modo, “los núcleos urbanos de los países industrializados están adaptando los servicios municipales para estimular la actividad de la economía creativa local, favoreciendo los acuerdos entre los sectores público y privado, así como con la sociedad civil, llegando algunos a desarrollar protocolos de creatividad basados en “las tres T”: Tecnología, Talento y Tolerancia. El hecho de que territorios como Silicon Valley, que posee la reputación de ser el centro creativo más importante de la Nueva Economía, estén adoptando este tipo de estrategias da cuenta del alcance y crecimiento de su aceptación. A través del proyecto Iniciativas Culturales de Silicon Valley, la industrias digitales de la región trabajan conjuntamente con el Estado y las asociaciones sin ánimo de lucro para mejorar la adaptación del capital artístico a la sociedad civil con el fin de aumentar la vitalidad de la región”.[3]

A modo de conclusión podemos decir que a pesar de formular distintos modos de lograr que una ciudad se transforme en ciudad cultural ambas perspectivas están centradas en el desarrollo de un país y este depende del desarrollo de cada una de las esferas que lo componen, tanto económica, social y política, sin dejar de lado lo cultural. Los gobiernos en su mayoría centran sus esfuerzos para lograr desarrollo económico dejando de lado otros aspectos que son fundamentales para alcanzar un nivel óptimo que satisfaga las necesidades del ser humano como ser íntegro no fragmentado.



[1] http://www.promonegocios.net/mercadotecnia/cultura-definicion.html
[2] http://www.oei.es/pensariberoamerica/ric04a03.htm

[3] http://portal.unesco.org/culture/es/files/23947/11097017581Ciudades_Creativas_Espagnol.doc/Ciudades%2BCreativas%2BEspagnol.doc